martes, abril 26, 2005

A lo que se llega...

Como cada mañana que no tengo clase en la uni me levanté, desayuné y empecé a limpiar un poco mi habitación. Cuando me puse a sacudir la alfombra vi que la grúa se estaba llevando un coche,algo muy frecuente en la calle de en frente a mi casa que tiene muy vigilados los aparcamientos reservados para minusválidos, y aun así la gente sigue aparcando. Pero lo de hoy no fue llevarse el coche sin más.
Cuando el hombre de la grúa ya tenía enganchado el coche y se disponía a marchar apareció una señora y se puso de muy mal humor a hablar con el hombre. En principio, es de suponer que la señora pudiera ser la posible dueña del coche,pero aquí viene lo curioso, no lo era. Era una paisana a la que la molestaría que el señor cumpliese con su trabajo. No debió de ser muy educada con él porque cuando se dio media vuelta para irse, de la parte del copiloto salió la agente de policía rápidamente para hablar con la señora. Y ahora es cuando una se piensa que se apaciguarán las cosas,pero no. La señora se puso muy "gallito" con la poli (una pena que no se pudiera oir lo que se estaban diciendo pq desde un séptimo piso,difícil), e incluso llegó a haber un amago de detención pero supongo que la poli no quiso tampoco exagerar la situación (aunque la señora se lo mereciera por su mala conducta). Todo acabó en un forcegeo y cuatro contestaciones.
En resumiendo, yo me pregunto: si la señora no era la dueña del coche, ¿ a qué vino todo ese numerito? (A la gente se le va la pinza...).

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