viernes, mayo 13, 2011

La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida

No sé ni por dónde empezar. Dos años sin abrir este blog donde se han relatado algunas de las mejores anécdotas de mi vida.

Y ahora me encuentro en frente de esta pantalla en blanco de nuevo. Por mi cabeza fluyen infinidad de ideas desordenadas sobre lo mucho que me gustaría escribir y contar todo lo que me ha pasado. Lo bueno y lo malo. Sinceramente, nadie se podría imaginar la marabunta de cosas que me han sucedido en este tiempo. Me he pasado esta última hora leyendo y recordando esas buenas anécdotas, sobre todo de mi paso por la facultad de informática. Qué libres e ingénuos éramos, o por lo menos, yo.

Qué dura e injusta puede volverse la vida. La cantidad de puñaladas por la espalda que te pueden dar ciertas personas por las que pondrías tu mano en el fuego eternamente y la cantidad de errores que se cometen dejando de lado a aquellas otras que siempre han estado ahí contigo tanto para lo bueno como para lo malo.

Cierto día prometí una carta resumen de todo lo que me había pasado en el año 2010 a la persona de la cuál sé que nunca me ha fallado, mi compañera en los inicios de este blog y a la que, un día por otro, tanto por unas cosas como por otras he ido posponiendo aquella promesa....

1 comentario:

am dijo...

Eh! esa soy yo!!! :)
pues cuando quieras mis múltiples correos/teléfonos/tuenti/facebook/twitter son todo oidos y ojos

(Esta es una forma fria de contestar para evitar sentimentalismos de decir que yo también de vez en cuando echo la vista atrás a todo este mundo de aquella época y que echo de menos tantas cosas como otras me arrepiento o no me gusta recordar e intento olvidar porque sé que no me sirvieron de nada (y cuando digo cosas también digo gente). Y por supuesto, que sigo estando aquí para lo que quieras :) )